Filosofando sobre los espacios libres de humo

Blanca Llorente


Opción No Fumar es una iniciativa de la sociedad civil en Colombia para promover políticas públicas eficientes que favorezcan entornos saludables. El consumo de cigarrillo es una de nuestras principales preocupaciones, por ser un factor de riesgo de enfermedades crónicas. Colombia cuenta con dos grandes avances en las políticas que pueden reducir este riesgo: la ratificación del Convenio Marco para el Control de Tabaco, tratado internacional que entró en vigencia en 2008, y la Ley 1335 de 2009. Contribuimos para que estas normas se traduzcan en cambios reales con actividades de capacitación, investigación y divulgación.


Non quia difficilia sunt, non audemus, sed quia non audemus, difficilia sunt. [Seneca, Epistulae morales 104, 26] 

"No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas" esta frase de Séneca es muy apropiada para describir los obstáculos que enfrentamos para lograr un adecuado cumplimiento de los Espacios Libres de Humo (ELH)

Si tenemos claro el propósito de esta medida, que simplemente es proteger a la población de la exposición a una sustancia muy tóxica, la puesta en práctica requiere apenas una dosis de sentido común. Es hora de hacer a un lado el "no se puede" o las discusiones bizantinas de "¿será que éste sí es un espacio para fumar o no?". Convenzámonos: Poner en práctica los ELH es fácil.

También facilita las cosas el hecho de que la mayoría de los fumadores manifiestan su interés por respetar los ELH. 

Propongamos dos reglas de oro como criterio para ser ciudadanos responsables en este frente:

1. Nunca expongamos a menores de edad al humo del cigarrillo. En otras palabras, si hay niños a la vista, no fumar.

2. La ventilación no reduce la exposición al humo y por lo tanto no ayuda a eliminar el riesgo para la salud. Una buena práctica es buscar lugares abiertos razonablemente retirados de las zonas en las que se encuentra el publico...de cualquier edad. Nada de fumar en las entradas de los edificios o de los locales o de abrir la ventana de la oficina. Así no estamos jugando limpio.

En conclusión, la observancia de los ELH es una cuestión de voluntad de todos y no debería exigir esfuerzos sobrehumanos de parte de las autoridades para hacerlos cumplir. Ni siquiera tendríamos que recitar el artículo 19 de la Ley 1335 de 2009, o poseer algún otro tipo de conocimiento legal o técnico. Todos podemos asumir estas reglas para que realmente se logre el objetivo de los ELH. Este es el tipo de acuerdos sociales que permiten que las comunidades prosperen, bien sea para enfrentar un problema como el tabaquismo o cualquier otro reto que amenace el bienestar de las personas.

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